- La tramitación ha carecido de transparencia y participación
- La inminente reforma sigue el camino de la de 2011, endureciendo el acceso a las pensiones y rebajando su importe para un gran número de personas
- La nueva reforma es un parche en forma de recorte, pero no acomete los cambios en los cimientos de la sostenibilidad del sistema: más y mejor empleo, que genere cotizaciones más altas
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